La mayor cuenca fluvial del mundo está amenazada por la contaminación por mercurio. Entre los nueve problemas transfronterizos priorizados por los ocho países amazónicos, la contaminación del agua se considera el más grave. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el mercurio procedente de la minería artesanal y en pequeña escala (ASGM en inglês) es uno de los principales contaminantes de los ríos y representa una amenaza significativa para la biodiversidad, los ecosistemas acuáticos y la salud de la población, además de tener repercusiones socioeconómicas desfavorables.

A pesar de la legislación vigente en los países de la región, la minería ilegal e informal de oro en la cuenca amazónica ha aumentado en las últimas dos décadas. La polución causada por la minería ilegal, al contaminar los ríos y los peces, ha afectado desproporcionadamente a los pueblos indígenas y a las comunidades ribereñas, repercutiendo en la seguridad alimentaria de estas poblaciones, que dependen de la pesca como fuente de subsistencia.

El aumento de los registros de polución ambiental y de contaminación e intoxicación humana hace que los países amazónicos necesiten implementar urgentemente políticas públicas de monitoreo y control del uso y movimiento de mercurio en la Cuenca Amazónica, en cumplimiento de la Convención de Minamata, de la cual todos son signatarios. Para estimular y apoyar el desarrollo de estas políticas, el Proyecto Cuenca Amazónica (OTCA/FMAM/PNUMA), que implementa el Programa de Acciones Estratégicas para la Gestión Integrada de los Recursos Hídricos en la región, está desarrollando el Panorama sobre la Contaminación por Mercurio en la Región Amazónica, un estudio científico para cuantificar las fuentes de emisiones y liberaciones, según el Mercury Inventory Toolkit desarrollado por el PNUMA en 2013, e identificar las áreas de riesgo y vulnerabilidad a la contaminación.

Realizado en colaboración con el IRD (Institut de Recherche pour le Développement), una institución francesa de investigación y enseñanza, el panorama del mercurio en la Amazonía se está elaborando a partir de la georreferenciación de las fuentes de mercurio y la cuantificación del volumen de emisiones y liberaciones. Cuando esté terminado, se incorporará al Observatorio Regional de la Amazonia (ORA), el Centro de Referencia de Información de la Amazonia de la OTCA.

Según el profesor Jeremie Garnier, uno de los investigadores responsables del estudio, la fase actual de desarrollo del panorama consiste en elaborar un inventario georreferenciado basado en datos gubernamentales y de organizaciones no gubernamentales sobre las fuentes potenciales de emisión de mercurio.

“En la medida de lo posible, se están verificando las fuentes potenciales de mercurio mediante imágenes de satélite para comprobar la existencia de la actividad responsable de la supuesta emisión, observando variables predictivas como los cambios en el uso y ocupación del suelo para delimitar las zonas donde existe una mayor probabilidad de encontrar mercurio antropogénico, el resultante de las actividades humanas”, explica Garnier.

La información georreferenciada estará disponible en el ORA, según las especificaciones de la plataforma, y se presentará a los países durante un evento que organizará próximamente la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA). En esa ocasión, se acordarán los métodos y procedimientos para la siguiente etapa, que es la cuantificación exhaustiva del volumen de emisiones y liberaciones totales de mercurio en la cuenca amazónica, utilizando el Mercury Inventory Toolkit.

Según Garnier, los datos georreferenciados y cuantificados proporcionarán estimaciones más próximas a la realidad de la contaminación por mercurio en la región, ya que las evaluaciones existentes, incluso las elaboradas para documentos oficiales de acuerdo con el Convenio de Minamata, se limitan a identificar las principales fuentes nacionales de contaminación sin especificar las emisiones en el área de la cuenca amazónica. Dada esta falta de estimaciones regionales, las primeras Evaluaciones del Convenio de Minamata (MIA en inglés) realizadas por los países indican la necesidad de más investigaciones para comprender mejor la magnitud del problema del mercurio en la Amazonia, una laguna que la asociación Proyecto Cuenca Amazónica/OTCA-IRD pretende superar.

El ciclo del mercurio y la presencia del metal en la Amazonia

El informe preliminar sobre el proceso de elaboración del Panorama de la Contaminación por Mercurio en la Región Amazónica, presentado recientemente por los investigadores Jeremie Garnier y Henrique Roig, describe los orígenes y el ciclo del mercurio y proporciona información sobre el mercurio natural y antropogénico presente en la Amazonia. Esta información se incluirá en el panorama regional para sensibilizar y concienciar a las instituciones gubernamentales y no gubernamentales y a la sociedad civil sobre el peligro de este metal y la necesidad de vigilar y controlar su uso.

Según el informe, el mercurio procede de diversas fuentes, tanto naturales como antropogénicas. Entre las fuentes naturales están los procesos de erosión y las erupciones volcánicas, que liberan pequeñas cantidades de mercurio en el agua y el suelo. Las fuentes antropogénicas incluyen la minería, la agricultura, la industria médica y dental, el sector energético y otros. Los múltiples usos industriales y tecnológicos del mercurio demuestran la importancia de este metal en la vida moderna.

Los entornos tropicales geológicamente antiguos, donde la formación del suelo es más intensa, como el Amazonas, pueden ser más ricos en mercurio natural. Las actividades antropogénicas, como la deforestación, la agricultura y la quema de grandes extensiones de bosque, son fuentes importantes de liberación de mercurio natural acumulado y almacenado en el suelo.

Sin función biológica conocida, el mercurio circula en el medio ambiente de forma compleja, tanto en forma líquida como sólida y gaseosa, participando en procesos de oxidación y metilación que pueden dar lugar a conversiones bioquímicas altamente tóxicas, la más significativa de las cuales es el metilmercurio.

Cuando se libera durante el proceso de extracción del oro, el mercurio puede ser transportado por el aire, recorriendo grandes distancias y contaminando suelos y cursos de agua por deposición seca o húmeda durante las precipitaciones. Las emisiones de la minería también se producen a través de los residuos vertidos en la tierra y en las masas de agua. Ya sean transportadas por el aire o depositadas en el agua y el suelo, las emisiones de mercurio representan un riesgo significativo para el medio ambiente y la salud humana, contaminando sobre todo a las comunidades de las inmediaciones de las zonas ocupadas por las minas, pero también a las comunidades ribereñas y a las poblaciones de ciudades lejanas.

“Las vías de ciclado del metal, dada su complejidad, dificultan la localización de las zonas contaminadas, incluso cuando es posible localizar los puntos de emisión”, explica el profesor Garnier.

Los primeros datos regionales consolidados

A partir de los datos nacionales reportados en las Evaluaciones iniciales del Convenio de Minamata (MIAs) y los Planes de Acción Nacionales (PANs), el equipo de investigación ha consolidado en su informe preliminar la primera información regional sobre las áreas más afectadas por el mercurio proveniente de la minería, así como los impactos ambientales, socioeconómicos y en la salud humana.

Los estudios científicos y la información contenida en las MIAs y los PANs muestran altos niveles de mercurio en muestras de peces, suelos y sedimentos y en los cuerpos de pueblos indígenas y comunidades ribereñas de las ciudades de Beni y Pando (Bolivia), Madre de Dios (Perú), Chocó (Colombia), Napo y Zamora (Ecuador) y en el Escudo Guayanés, región que también incluye Surinam. La minería es intensa en todas ellas.

Además, la información contenida en las MIAs y consolidada por los investigadores muestra que las principales consecuencias de la contaminación por mercurio en la región amazónica son la degradación ambiental de los ecosistemas acuáticos, lo que hace que los recursos hídricos no sean aptos para el consumo humano, así como la degradación del suelo y la biota y los impactos en la salud de la población.

Las emisiones de mercurio procedentes de la minería contribuyen a la contaminación de los ecosistemas y a otros efectos ambientales, como el cambio climático asociado a la deforestación y la erosión del suelo, que provocan un aumento de las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero. Los registros demuestran que estos impactos medioambientales tienen un efecto duradero.

En cuanto a las consecuencias de la contaminación por mercurio en la salud de las poblaciones amazónicas, los estudios científicos y las MIAs mencionan daños en el sistema nervioso central, como pérdida de coordinación y equilibrio motor, trastornos renales, cardiovasculares e inmunológicos, alteraciones de la visión y del sistema respiratorio. Los altos niveles de mercurio en las mujeres embarazadas, señalan las evaluaciones nacionales, han perjudicado el desarrollo de los fetos y comprometido la función cognitiva y las habilidades motoras de los bebés, así como su percepción sensorial.

Los impactos sociales enumerados por los países amazónicos se refieren al desplazamiento de comunidades, la pérdida del patrimonio cultural, así como a los conflictos entre las comunidades mineras y otras partes interesadas.

Las MIAs también abordan el mercado y el suministro de mercurio en la Amazonía. Según los datos recopilados por el Proyecto, los países amazónicos no producen mercurio a niveles significativos y, por lo tanto, dependen de las importaciones del metal.  Sin embargo, la cantidad de mercurio importado y las rutas por las que entra en cada país son poco conocidas y preocupan a los respectivos gobiernos.

“La falta de información es preocupante porque puede contribuir al comercio ilegal y al uso de mercurio en la extracción de oro artesanal y a pequeña escala. Como ocurre en todo el mundo, la importación de mercurio puede dar lugar al comercio ilegal y a la delincuencia”, afirman los investigadores en el informe preliminar.

Brasil no había publicado su MIA al cierre de esta edición del boletín Águas Amazônicas. Sus datos, por tanto, no aparecen en el informe preliminar de este estudio.

Los primeros datos consolidados del Panorama de la Contaminación por Mercurio en la Región Amazónica, además de los mapas con información georreferenciada y los datos a medir sobre el volumen de emisiones y liberaciones de mercurio en la Amazonia, estarán disponibles en el Observatorio Regional de la Amazonia (ORA), alojado en el sitio web de la OTCA.

El Convenio de Minamata sobre el Mercurio

Minamata es una ciudad costera de Japón que fue escenario de una de las catástrofes medioambientales más graves del mundo a mediados del siglo XX. Sin que la población lo supiera, una fábrica química vertió en la bahía un líquido que contenía altas concentraciones de metilmercurio, contaminando el pescado que consumía la ciudad. Alrededor de 5.000 personas se vieron afectadas. Además de las víctimas con graves secuelas, el número de muertos se estimó en 900.

El Convenio que lleva el nombre de la ciudad japonesa es el resultado de un proceso de negociación mundial llevado a cabo por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). El acuerdo insta a los 140 países signatarios a elaborar un instrumento jurídicamente vinculante para controlar el uso y el comercio de mercurio con el fin de proteger la salud humana y el medio ambiente.

Noticias relacionadas