Cada 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, una ocasión para reflexionar sobre los esfuerzos globales en favor de la sostenibilidad. En la Cuenca Amazónica – la más grande del mundo – los ocho Países Miembros de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) han dado pasos históricos hacia la gestión integrada de sus recursos hídricos, trabajando de manera conjunta para proteger este valioso ecosistema. Uno de los hitos de esta cooperación es el Programa de Acciones Estratégicas (PAE), la primera estrategia regional de gestión del agua diseñada y acordada por todos los países amazónicos.

El PAE es el resultado de un proceso técnico y político, construido sobre un detallado Análisis Diagnóstico Transfronterizo (ADT) que identificó nueve problemas prioritarios comunes en la cuenca. Este marco regional de acción, aprobado a nivel ministerial en 2017, guía a los países en acciones conjuntas para el manejo sostenible del agua, considerando los cambios climáticos. Surge de una Visión Compartida construida colectivamente por los países que expresa su compromiso con la protección y el uso sostenible de los recursos hídricos de la Amazonía.

Implementación del PAE: de la planificación a los resultados

Con el objetivo de iniciar la implementación del PAE, traduciendo estrategias en acciones concretas,  los países amazónicos lanzaron en 2021 el Proyecto Cuenca Amazónica (OTCA/PNUMA/GEF). En su cuarto año de ejecución, el Proyecto ya muestra resultados tangibles en tres frentes clave que buscan beneficiar a 7,8 millones de personas: fortalecimiento institucional, iniciativas de resiliencia comunitaria, y sistemas de monitoreo ambiental y protección de los ecosistemas acuáticos.

Fortalecimiento institucional y cooperación regional

Una gestión integrada del agua en la Cuenca Amazónica solo es posible con instituciones fortalecidas, marcos normativos sólidos y profesionales capacitados. En este sentido, el Proyecto Cuenca Amazónica promueve un amplio fortalecimiento institucional, facilitando intercambios técnicos y de buenas prácticas entre países y permitiendo la replicación de soluciones innovadoras en distintos contextos locales.

El desarrollo de capacidades ha sido una prioridad. A través de capacitaciones multinacionales, profesionales de instituciones hídricas han sido formados en temas clave como el enfoque Fuente-a-Mar. El enfoque de género también está presente, permitiendo una gestión del agua más inclusiva y la participación activa de mujeres tanto en comunidades locales como en espacios técnicos y de gobernanza

En conjunto, estas acciones están cimentando una base institucional y técnica sin precedentes para la gestión integrada del agua en la región, reforzando la capacidad de adaptación de los países al cambio climático, previniendo conflictos por el agua y promoviendo un desarrollo que camina de la mano con la conservación del mayor bosque tropical del planeta.

Monitoreo hídrico y protección de los ecosistemas

Contar con información confiable, armonizada y accesible es clave para la gestión integrada de las aguas amazónicas, brindando una base sólida para la toma de decisiones y la formulación de políticas públicas que promuevan la conservación y el uso sostenible de sus recursos hídricos.

En este contexto, el Proyecto Cuenca Amazónica está consolidando una Plataforma Regional Integrada de Información sobre GIRH, que reunirá los datos generados por dos redes fundamentales: la Red Hidrológica Amazónica (RHA) y la Red de Calidad del Agua (RCA).

Ambas redes operan en el marco del Observatorio Regional Amazónico (ORA) de la OTCA y recolectan información en 244 estaciones hidrometeorológicas distribuidas por la cuenca. Esta infraestructura permite monitorear variables clave, como los niveles y caudales de los ríos, así como parámetros de la calidad del agua superficial. La integración de estos datos en una única plataforma fortalecerá significativamente el monitoreo regional, permitiendo diagnósticos más precisos sobre las condiciones hídricas.

El monitoreo de los ecosistemas glaciares y andinos también constituye una pieza clave, dado que muchos ríos amazónicos tienen su origen en las altas montañas. En coordinación con gobiernos e instituciones de los países andino-amazónicos, el Proyecto ha fortalecido la red de estaciones glaciológicas que observan el estado de los glaciares tropicales de la Cordillera de los Andes, proporcionando información esencial para comprender sus efectos sobre los caudales de los ríos amazónicos y orientar medidas de adaptación hídrica en la región.

Soluciones locales que construyen resiliencia comunitaria

En la Amazonía, la gestión del agua está profundamente ligada al cotidiano de las comunidades que dependen de ríos y humedales. Por ello, el Proyecto Cuenca Amazónica impulsa acciones que fortalecen la resiliencia comunitaria ante el cambio climático, integrando medios de vida sostenibles y conservación de ecosistemas.

En Brasil, el proyecto Cadena de Semillas impulsa la restauración de zonas degradadas y la estructuración de una cadena socioambiental, generando ingresos para comunidades tradicionales y pueblos indígenas. En Colombia, en la región de transición Amazonas-Orinoco, se desarrolla un esquema de Pago por Servicios Ambientales que incentiva la conservación de bosques y fuentes de agua.

Ambas experiencias reconocen económicamente la labor de conservación, reduciendo la deforestación, mejorando la calidad del agua y fortaleciendo las economías locales.

RADA: un hito en la gestión del agua en la Amazonía

En 2023, durante la Cumbre Amazónica de Belém (Brasil), los presidentes de los países amazónicos crearon la Red Amazónica de Autoridades del Agua (RADA), como parte de los compromisos de la Declaración de Belém para fortalecer la cooperación regional en la gestión de aguas transfronterizas.

Instalada formalmente en 2024 en el marco del Proyecto Cuenca Amazónica, la RADA constituye un espacio permanente de coordinación entre las instituciones responsables del agua en los ocho Países Miembros de la OTCA, con el objetivo de fortalecer la gestión compartida de la Cuenca Amazónica mediante el diálogo técnico y político. Este año, la RADA aprobó protocolos comunes para la Red Hidrológica Amazónica (RHA) y la Red de Calidad del Agua (RCA), consolidando un marco técnico-político robusto que permitirá un monitoreo integral y armonizado de toda la región.

Al asumir una acción coordinada y solidaria, los países amazónicos reafirman su responsabilidad conjunta sobre uno de los ecosistemas más vitales del planeta, avanzando hacia soluciones colectivas frente a los desafíos hídricos de la región.

En este Día Mundial del Medio Ambiente, los avances logrados demuestran que la cooperación regional puede transformar desafíos ambientales compartidos en oportunidades de colaboración, en beneficio de las poblaciones amazónicas y del equilibrio ecológico regional y global.

 

Foto de portada: Onçafari, via Fotos Publicas

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